Autoridades de la Facultad, docentes, estudiantes y amigos, participaron del homenaje de quien fuera director de Diseño UC entre 2003 y 2006.
Variaciones Goldberg de Bach sonó al piano durante el sentido homenaje que se realizó en la FADEU, a quien fuera director de Diseño UC, Alex Blanch Trolley, entre 2003 y 2006.
Ahí, en presencia de autoridades, docentes y sobre todo amigos, se despidió a Blanch, que en palabras del Decano Ubilla fue “un soñador con proyecto, un líder creador, que le dio a nuestra escuela de Diseño un norte y el gobierno de una idea”. Y es que con Alex dirigiendo la escuela se dio inicio al rediseño de su Malla Curricular, un hito que dio un vuelco fundamental en la forma de entender la disciplina a nivel nacional, desde una perspectiva formalista hacia una visión interdisciplinar del Diseño centrado en las personas, en línea con la misión de la universidad.
Desde ahí, Rodrigo Ramírez, Director de Diseño UC, elogió la capacidad de Blanch de ver más allá. “Nos hizo volver a pensar lo que el diseño puede llegar a ser, y hoy estamos hablando de diseño de experiencias o del diseño de lo intangible, que eran casi como ciencia ficción, pero Alex nos hablaba de todo aquello en años anteriores, siempre valiente para impulsar nuevos aires para la enseñanza y la práctica del diseño”, puntualizó.
Alex Blanch se formó como músico, diseñador gráfico e industrial en Barcelona. En los 80` se desempeñó como concertista de guitarra clásica y diseñador en los campos de identidad corporativa, interiorismo comercial y diseño de mobiliario e iluminación. Una complejidad que según muchos, lo hizo ser quién fue, llevándolo a interpelar lo establecido, produciendo en algunos casos una incomodidad que obligaba a la reflexión profunda. “Necesitabas cultura para poder dialogar con él, era un hombre muy instruido y culto, y que además entendía el proyecto de diseño como una acción de gestión, con un marco lógico y fundamentos que nos llevaron a enriquecedoras discusiones”, acota Ramírez.
Desarrollando en partes iguales labores académicas y profesionales en casi toda la región latinoamericana y Europa, su última aventura lo llevó a cruzar la cordillera para instalarse en Buenos Aires, desde donde creo la nueva carrera de Diseño en la Universidad de San Andrés.