Hybrid Ecologies: The Planetary Metabolism of AI, instalación interactiva co-curada por los académicos de Diseño UC Manuela Garretón y Martín Tironi, fue seleccionada para formar parte de la exhibición principal de la 19ª Bienal de Arquitectura de Venecia, inaugurada el sábado 10 de mayo en la ciudad italiana.

La obra ofreció una mirada crítica al creciente impacto ambiental de la inteligencia artificial (IA), con especial énfasis en su dimensión hídrica. Como señalaron sus autores, “cada interacción con sistemas de IA —desde una simple búsqueda hasta el entrenamiento de modelos complejos— activa un metabolismo oculto que implica un consumo significativo de agua, acumulando así una deuda ecológica con la Tierra”.
Para la instalación presentada en la Bienal, los investigadores ampliaron la pregunta planteada originalmente en la muestra del Centro Cultural La Moneda en 2023, centrada en los costos hídricos de la IA. En esta nueva iteración, se interrogaron: ¿cómo podría la IA comenzar a retribuir, aunque sea simbólicamente, su deuda con el agua?
Desde esta inquietud, desarrollaron una taxonomía experimental orientada a identificar ciertas propiedades del agua —como su capacidad de irrigación, su memoria climática y su plasticidad ecosistémica—. A partir de este trabajo, entrenaron un sistema de inteligencia artificial para interpretar y visualizar dichas propiedades. En otras palabras, propusieron una colaboración para reconocer y amplificar la inteligencia del agua, desafiando su comprensión habitual como un recurso inerte o meramente instrumental.
Este proyecto busca desnaturalizar la idea de que la IA opera en una “nube” etérea y desmaterializada, mostrando que se trata de una infraestructura profundamente arraigada en procesos ecológicos concretos. Al hacer visible su huella hídrica, la instalación invita a replantear el rol de la IA no solo como una tecnología de automatización, sino como una posible aliada en el reconocimiento de otras formas de inteligencia terrestre.
Más allá de denunciar, la obra abre una pregunta especulativa y diplomática: ¿puede la IA contribuir a imaginar futuros más habitables, donde humanos, tecnologías y entidades terrestres —como el agua— coexistan en relaciones de cuidado y reciprocidad? En este sentido, la instalación no propone soluciones, sino condiciones para pensar alianzas sensibles entre el desarrollo tecnológico y el medio ambiente, expandiendo el campo del diseño hacia una ética basada en la interdependencia y la reparación.

SOBRE LA BIENAL
La Bienal de Arquitectura de Venecia 2025, titulada Intelligens. Natural. Artificial. Collective, reunió a más de 750 participantes y 66 pabellones nacionales. Bajo la curatoría general de esta edición, se enfatizó la necesidad de enfrentar la crisis climática desde una perspectiva adaptativa, articulando las inteligencias natural, artificial y colectiva. En ese marco, la instalación de los académicos de Diseño UC aportó una visión que amplía la comprensión de la arquitectura más allá de lo construido, invitando a pensar en infraestructuras planetarias invisibles y en relaciones más éticas con los elementos no humanos.
