Frente a más de 200 personas en el Campus Lo Contador, el diseñador y artista Sebastián Errázuriz presentó su libro monográfico que repasa 20 años de trayectoria. Una publicación que viene acompañada de una reflexión sobre la creatividad en tiempos de IA a través de la pregunta ¿quiénes imaginarán y proyectarán los futuros modelos informáticos y su impacto en nuestra sociedad? La presentación de Errázuriz buscó poner el foco en el papel esencial de la creatividad y la imaginación en un mundo cada vez más dominado por la tecnología.

“Cuando nos conectamos a través de Internet. De pronto pasamos a tener acceso a la información que tenían todos los demás. Y de pronto nos llegan montones de ingredientes que nunca habíamos ocupado antes. Hay una explosión en la creatividad. Tantos experimentando con nuevos ingredientes que tenían solo ciertas culturas, ciertos países, ciertos grupos y de pronto son accesibles a todos. Sin embargo aquello produce una reducción de la capacidad creativa, ya que todos pasan a ocupar los mismos elementos y hacer versiones de las mismas variedades”, comenta Sebastián.

Desde ahí, Errázuriz da cuenta de lo importante que es encontrar una metodología de trabajo. Durante el lanzamiento, José Allard, académico de Diseño UC, destacó la contundencia y volumen de la obra del diseñador y también como él, en sí mismo, es producto de su trabajo. “El rubro de las ideas, de la innovación y del descubrimiento dentro de las materias humanas, es vital y alguien lo tiene que seguir haciendo”, explicó, y agregó que: “uno tiene que encontrar un sistema que le funcione. Yo he ido desarrollando sistemas como si fuese un científico de la creatividad, entonces trabajo todos los días, 12 horas diarias. Yo trabajo, por ejemplo, con muros de dibujos que me permiten visualizar, cual cuaderno abierto, ideas a través del tiempo. Entonces actúan como una suerte de cava de vino, en la que las ideas pueden envejecer”, puntualizó.

Repasando su anecdotario, Sebastián recapituló alguno de los hitos de su carrera, como la aparición en la portada de revista ID, el árbol en el estadio nacional o la obra creada para Keanu Reeves, dando cuenta de cómo, él mismo, es un objeto de diseño tan importante como los diseño que presenta. “Recordándonos que detrás de todo objeto creado hay un cuerpo situado y finito. Al ponerse así mismo en escena, Sebastián no solo nos recuerda que los humanos somos productos de diseños multiples, sino también que toda obra o herramienta refleja la pulsión del ser humano por subsistir, por prevalecer”, comenta Martín Tironi, director de Diseño UC.